Cuento corto: «El bocadillo»

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Un pequeño cuento con alguna enseñanza en valores o cualquier otra circunstancia de la vida de nuestros centrosa veces adaptado, otras inventado, y siempre ambientado en la escuela para hacerlo más cercano a nuestro alumnos.

Al final está disponible la lectura para imprimir, con preguntas y actividades de comprensión lectora.

En esta lectura unos niños, que se quejan del relleno de sus bocadillos, se burlan de otro por ser el suyo muy sencillo.

«EL BOCADILLO»

El sonido estridente de la sirena del colegio anunciaba el comienzo del recreo e hizo que  toda la clase diese un pequeño salto en su silla y comenzarán a buscar los bocadillos dentro de sus carteras. “No olvidéis poneros los abrigos, que hoy hace mucho frío en el patio” -les dijo su maestra-.  Y mientras – con los bocadillos ya en sus manos- iban  todos tirando, uno por uno, el papel de aluminio que los recubría en la papelera para el reciclado que tenían en la clase.

  – ¿De qué te lo han hecho hoy?- preguntó Felipe, mirando fijamente el bocadillo de su amigo Luis.

– De chóped, como siempre. Estoy que me sale el chóped por las orejas. ¡Mira lo que te digo!, cualquier día preferiría un bocadillo de cocido de garbanzos, aunque sólo fuese por variar-.

– ¡Qué tonterías dices!…, ¿por qué no le dices a tus padres que lo cambien de vez en cuando?, no lo veo tan difícil.

– ¿Qué crees, que no lo he hecho ya mil veces?- le respondió Luis-, el problema es que entonces lo cambian y me tiro otras tantas semanas comiéndome el mismo bocadillo de salchichón,… o  de chorizo, ¡hasta que se me pone cara de gorrino! ¿Y sabes lo que hago al final? Sin que nadie me vea, lo tiro casi entero a la papelera.

– Pues es peor lo de Paco, que todos los días trae el mismo bocadillo, pero el suyo es sólo de pan con un chorreón de aceite. ¡Venga!… vamos a buscarlo y nos metemos un rato con él y con el simplón de su  bocadillo -propuso Felipe-.

Cuando llegaron donde estaba jugando Paco, éste ya casi se había comido todo su bocadillo.  ¿Qué Paquito, apurando los últimos restos de tu super bocadillo de jamón serrano?- le dijeron, a la vez que se reían y le mostraban burlonamente sus bocadillos-.

Paco sin inmutarse siguió jugando al balón con sus amigos, pero como las burlas y risotadas de Felipe y Luis no cesaban, terminó dándose la vuelta y les dijo: -“La verdad, la verdad, es que echo de menos los bocadillos que me preparaban hace unos meses mis padres. Cada día eran de algo diferente y siempre muy sabrosos. Además te puedo asegurar Luis, que – al igual que ahora- jamás llegó ni un pequeño trozo a la papelera. Sin embargo desde que se quedaron sin trabajo, todos nos hemos tenido que apretar el cinturón en nuestra casa, y os puedo asegurar,  que estos bocadillos de pan con un poquito de aceite, me saben casi tan bien como los de antes, porque siguen llevando el mismo cariño con  el que siempre me los han preparado”.

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 Autor texto y dibujo: José Miguel de la Rosa Sánchez – Comprensión lectora: Silvia Asuero

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