Lectura con comprensión lectura: El capitán red

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La siguiente lectura es un trabajo para clase de Miguel de la Rosa Zurera para motivar al alumnado en el aprendizaje de los contenidos de la circulación sanguínea con las aventuras del capitán pirata Red a bordo de su galeón «El Glóbulo Rojo», con la colaboración de Silvia Asuero del CEIP Juan XXIII de Sevilla, en la realización de las preguntas de comprensión lectora.

Dejamos la lectura y las preguntas de comprensión en el blog y en fichero pdf para poder realizarla tanto en la pantalla del ordenador como en papel.

DESCARGAR: «EL CAPITÁN RED«

Capitan red

«EL CAPITÁN RED»

Esta es la historia del capitán Red un valiente marinero que no hace mucho tiempo surcó los mares del torrente sanguíneo navegando en su gran galeón «El Glóbulo Rojo» en busca de los tesoros más codiciados y valiosos que os podáis imaginar. Y no creáis que se trata de oro, o plata, ¡bah!, eso son pamplinas, baratijas que nadie quiere, yo os hablo de algo mucho más preciado: del oxígeno y de los nutrientes.

Un buen día, «El Glóbulo Rojo» amarrado en puerto Corazón, más concretamente en el muelle de la Aurícula Derecha, se encontraba con la bodega del barco atiborrada del asqueroso, sucio y repugnante dióxido de carbono, del que el capitán Red quería deshacerse. El pirata lo miraba pensativo, sin saber muy bien cómo librarse de toda esa porquería hasta que recordó una vieja historia que de pequeño le contó su abuelo:

“Cuenta la leyenda, que más allá del Ventrículo Derecho, dentro de la isla de los Pulmones, se encuentra la maravillosa cala de los Alveolos, un lugar mágico donde cualquier pirata puede llenarse los bolsillos del preciado oxígeno”.

-¡Arr!, ¡ya tenemos rumbo!- gritó entusiasmado el capitán. Rápidamente levó anclas, cogió el mapa de la circulación menor y, subiendo las escaleras de cuatro en cuatro, se abrazó al timón con una sonrisa de oreja a oreja.

Conforme se iba acercando a los Alveolos el camino se hacía más y más estrecho, por lo que debía navegar muy atento para no chocar y hundirse. Sin embargo, el brillo del tesoro le cambió la cara poniéndole los ojos como platos; ¡montañas y montañas de oxígeno para llenar su barco por lo menos un millón de veces! Dando gritos y saltos de alegría el capitán empezó a tirar todo el dióxido de carbono fuera y a llenar la bodega con el botín y, cuando estuvo completo, llenó también su camarote, y luego la cubierta, y al final todo el barco estaba a rebosar de oxígeno.

Imaginaos la sonrisa del capitán, no le cabía en la cara, y más feliz que una perdiz puso rumbo para volver a puerto Corazón y disfrutar de su tesoro. Sin embargo, cuando entró a la Aurícula izquierda, algo terrible sucedió. De repente las paredes del corazón comenzaron a sacudirse, las aguas comenzaron a temblar y en cuando menos se lo esperaba ¡PLAF! ocurrió la Sístole, una terrible sacudida temida por todos los marineros, que los empujó al ventrículo Izquierdo. No obstante, para desgracia del pirata, ahí no acabó todo, mientras aún intentaba recuperarse de la primera sacudida ¡BUM! volvió a ocurrir, una segunda Sístole, todavía más bestial que la primera, que empujó al barco a través de la Arteria Aorta de vuelta al torrente sanguíneo.

-¡Por las barbas de mi abuela!, ¿qué diantre ha sido eso?, ¿está bien mi tesoro?, ¿dónde estoy?- dijo preocupado el capitán Red mientras buscaba desesperado la carta de navegación de la Circulación Mayor, el único mapa que podría llevarle, a través del cuerpo, de vuelta a Corazón. Cuando por fin la encontró, se dio cuenta de que, para poder volver, tendría que pasar por la temible bahía de las Células. Si, has leído bien, aunque parece un nombre bonito, no te dejes engañar; las Células son pequeñas ciudades gobernadas por los codiciosos señores del ADN, y cada vez que un “honrado” pirata pasa cerca de alguna de esas ciudades, los esbirros del ADN le obligan a pagar todo el oxígeno y nutrientes que tenga para poder pasar.

Por desgracia, este era el único camino de vuelta a casa por lo que, de muy mala gana, puso rumbo a la bahía de las Células y una vez allí contempló abatido y  contrariado cómo le vaciaban las bodegas del barco de sus tesoros y se lo volvían a llenar con… ¿sabes qué?… ¡Sííiiiii!… ¡dióxido de carbono!

El pobre capitán Red puso nuevamente rumbo a puerto Corazón pensando en su mala suerte. Sin embargo, mientras contemplaba aquella porquería que rebosaba su barco, se le vino a la cabeza una fantástica idea: – ¡Volveré a la cala de los Alveolos y cambiaré esta mugre por mi precisado oxígeno!

COMPRENSIÓN LECTORA

DIBUJOS

1.- Contesta:

  1. ¿Quién es el Capitán Red?
  2. ¿Cómo se llamaba su galeón, en qué puerto y qué muelle lo tenía amarrado?
  3. ¿Qué tesoros buscaba y por qué ?

2.- Busca en la lectura y escribe tres o cuatro palabras de cada clase:

  • Agudas con tilde:
  • Agudas sin tilde:
  • Llanas sin tilde:
  • Esdrújulas:

3.- Escribe un sinónimo de cada palabra destacada:

  1. El pirata lo miraba pensativo.
  2. Cuando estuvo completo, llenó también su camarote.
  3. Una terrible sacudida temida por todos los marineros.
  4. Le vino a la cabeza una fantástica idea.

4.-¿Verdadero o falso?

  1. “El Glóbulo Rojo” estaba amarrado en el muelle del Ventrículo Izquierdo.
  2. El capitán Red quería deshacerse del dióxido de nitrógeno.
  3. En la Isla de los Pulmones se encuentra la cala delos Alveolos.
  4. Al final todo el barco estaba a rebosar de oxígeno.
  5. Cuando un pirata pasa por las Células tiene que pagar oxígeno y dióxido de carbono.

5.- Escribe todas las palabras de la lectura que pertenezcan al campo semántico de la navegación.

6.- Explica con tus palabras el significado de estas oraciones  y luego invéntate una oración similar:

  1. Se abrazó al timón con una sonrisa de oreja a oreja.
  2. Le cambió la cara poniéndole los ojos como platos.
  3. Tu oración.

7.-Esta lectura nos ha explicado algo que ocurre en nuestro cuerpo constantemente. ¿Sabes qué es? Explícalo brevemente con tus palabras (os dejamos una pista muy “visual”).

CORAZÓN

Autor: Miguel de la Rosa Zurera
Comprensión lectora: Silvia Asuero Fernández
Imagenes: graphicstock.com / Rhcastilhos en Wikiedia

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