Consejos para problemas de lógica

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Al igual que en las ilusiones opticas, mi recomendación para trabajar en clase los problemas de lógica, es no dar la solución, si no que sean ellos los que la descubran y si es necesario a través de pequeñas pistas que los vayan acercando a ella.

Estas pistas las suelo ir dando una por día, hasta que llega a la solución el mayor número posible de alumnos/s. Esto hace que a veces estemos todo una semana con el mismo ejercicio. Se trata de esta manera de acostumbrarlos a la reflexión y no al impulso. Otra de las normas establecidas, relacionada con la anterior, es que cada cual puede dar una solución por día, con ello se logra que se piensen bien las respuestas.

Para encarar la solución de un problema de lógica no deberían existir unas técnicas distintas a las usuales para resolver un problema matemático (ver artículos sobre ello en este blog AQUÍ). Sin embargo, aunque estas nos pueden ayudar a llegar a encontrar la solución deseada, es necesario distinguir con qué tipo de problema de lógica nos estamos enfrentado, ya que puede que nos encontremos con un problema de los denominados de pensamiento lateral (ver artículos sobre ello en este blog AQUÍ) en los cuales es necesario una buena dosis de imaginación y creatividad ya que las soluciones serán múltiples.

A continuación vamos a dar una serie de consejos, además de los habituales para cualqueir tipo de problema matemático, que nos ayudarán a atacar los problemas de lógica.

1.- Lo primero de todo, es comprender el problema, asegúrate que entiendes perfectamente cada una de las partes del planteamiento y no dejes atrás ningún detalle que por insignificante pueda ser la llave de la solución. Recopila información y si es posible haz preguntas.

2.- Dale tiempo. No te rindas fácilmente, la satisfacción será mayor cuanto más esfuerzo le dediques. Si no lo resuelves, déjalo para otro momento, o incluso día. A veces la solución después de darle muchas vueltas llega en el momento más inesperado.

3.- Busca analogías e intenta recordar cómo has solucionado otros problemas similares.

4.- Antes de dar respuestas sin reflexionar sobre ellas, comprueba que cumplen cada una de las condiciones que se establecen en el problema. Dar respuestas impulsivamente no ayudan en nada a resolverlo si no a entorpecer aún más el proceso reflexivo y genera frustración por las continuas respuestas erróneas.

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