Copio y pego o el timo

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Cuando tu blog empieza a recibir un importante número de visitas, empiezas a darte cuenta que muchos de los que te visitan copian y reproducen contenidos tuyos en sus blog, lo cual te enorgullece, ya que una de las premisas cuando creastes  el blog, fue compartir y que se difundiera lo más posible de forma gratuita. Por ello animo a que se siga copiando y pegando (aunque mencionar y enlazar queda mucho más elegante) los contenidos de este blog.

Sin embargo no tardas mucho en darte cuenta de que detrás de muchos «copio y pego» no existe la idea de difundir tu trabajo o el de los compañeros que han enviado el suyo al blog para compartirlo, si no de aprovecharse de ese trabajo, omitiendo las fuentes de donde lo obtuvieron así como el autor de los mismos, llegando incluso a límites insospechados como el de borrar  tus datos del archivo y/o  poner el suyo.

La razón de este artículo «educativo» no es que haya sufrido últimamente un ataque de «copio y pego» que me haya cabreado en extremo. Ya casi lo he asumido y muchas veces con un correo pidiendo amablemente la rectificación, la mayoría lo rectifican y muestran su  buena voluntad,  lo cual también es de agradecer, aunque otros/as encima te contestan insultando, posiblemente al verse descubiertos/as en su «fechorías».

La razón ha sido el artículo  «Copiones» que he leído en el blog de humorista gráfico J.R. Mora sobre el tema, que me ha gustado tanto que os  recomiendo leer. J,R. Mora, al igual que en sus dibujos, en sus textos tampoco tiene pelos en la lengua.

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