Seguir trazo punteado con Papá Noél

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Dos fichas para trabajar el trazo curvo con la imagén de la cara de Papá Noél. En una de ellas son las partes con pelo: cejas, bitoe y barba. El segundo el gorro.

La práctica del trazo punteado en la Educación Infantil es una actividad valiosa que contribuye al desarrollo motor y cognitivo de los niños, preparándolos para adquirir habilidades de escritura más avanzadas en etapas posteriores de su educación. En concreto su práctica mejora:

  1. Coordinación motora fina: La actividad de trazar líneas punteadas ayuda al alumnado a desarrollar destrezas motoras finas al controlar el lápiz y ceras de colores de manera precisa, fortaleciendo los músculos de las manos y los dedos.
  2. Control del lápiz: Al seguir líneas punteadas, el alumnado practica el control del lápiz, mejorando la coordinación mano-ojo y la capacidad para manipular herramientas de escritura.
  3. Preparación para la escritura: El trazo punteado sienta las bases para la escritura al enseñar la dirección y el patrón de los trazos básicos que luego formarán letras y números.
  4. Reconocimiento de patrones: La práctica del trazo punteado ayuda también a reconocer y reproducir patrones, lo que es fundamental para la formación de letras y cifras.
  5. Desarrollo cognitivo: La actividad requiere concentración y atención, fomentando el desarrollo cognitivo y la capacidad de seguir instrucciones.

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