Aprendiendo con la maestra Ana…nos roban

Los seguidores de actiludis ya sabéis lo difícil que es crear materiales y mantener abierta una página que consume tantos recursos por el número de visitas y descargas. La parte más negativa de todo esto, no es eso, sino la existencia de «maestras/os» que te roben el material y se salten las reglás más básicas para citar autorías o enlazar los contenidos a la página original.

Este es el caso de «Aprendiendo con la maestra Ana» de la que aquí tenéis la carátulal y logo de su facebook.

Esta «maestra», y entrecomillo lo de maestra ya que debería dar ejemplo con sus actos, se llama Ana Luisa Ponce por lo que indica en sus redes y es del Tamaulipas en México. Dicha «maestra» no ha tenido mejor manera de responder a mi petición de que cite la autoría o que borre mis materiales que bloquearme en sus redes y seguir ofreciendo mis materiales. Parece ser que Ana Luisa aún no se ha dado cuenta que difícilmente puedes poner puertas al campo en internet.

Estos son algunos de mis materiales que comparte en su facebook, si ser autora, citarme en como autor y mucho menos enlazar el lugar original para que su visitantes o seguidores conozcan donde encontrar recursos originales.

Es de suponer que si lo ha hecho conmigo es una práctica habitual que hace con otros/as creadores de contenidos. Pero … ¿por qué lo cuento?

Más allá de contar la mala proxis de algunas «maestras» con la que, al menos, algunos docentes no apoyen este tipo de prácticas tan alejadas de lo que es ser un/a docente, me conformo. Simplemente eso, que se deje de apoyar a estas web, facebook,… a ser posible dejar de seguirlas y reprobar lo que hacen a través de los comentarios.

Para mi un educador, y espero que estos valores sigan vigentes, debe enseñar a su alumnado, y a la vez ser ejemplo en: la cita de autorias, el respeto hacia los derechos de autor, fomentar el apoyo directo a los sitios de los creadores de contenidos, destacar la originalidad y creatividad frente a la copia y el robo de contenidos.

En el mundo en el que vivimos posiblemente sea un canto al viento sin más transendencia, pero peor es callar y dejar que semejante gente termine con el esfuerzo de los creadores que ofrecen su material gratuita y desinteresadamente a los demás.