Cuento corto: «Palabras divertidas»

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Un pequeño cuento con alguna enseñanza en valores o cualquier otra circunstancia de la vida de nuestros centrosa veces adaptado, otras inventado, y siempre ambientado en la escuela para hacerlo más cercano a nuestro alumnos.

Al final está disponible la lectura para imprimir, con preguntas y actividades de comprensión lectora.

En esta lectura vemos cómo, a veces, en clase se nos va la risa tonta, por cualquier cosa, hasta por unas sola palabra.

«PALABRAS DIVERTIDAS»

– Paula, empieza la lectura de hoy. – Le dijo su maestro. En ese momento se hizo el silencio en la clase para escuchar las palabras que iban saliendo de la boca de Paula, hasta que llegó a la frase donde decía: “… el mulo le dio una coz al lobo”, pero -por equivocación- leyó: “… el culo le dio una coz al lobo”. En ese mismo instante, todo el mundo empezó a reírse y cuanto más pedía el maestro silencio, más se reía toda la clase. – ¡Pero bueno! – Alzó la voz el maestro – ¿es que no sabéis que “el que tiene boca se equivoca y quien tiene nariz lo vuelve a repetir”? ¡No pasa nada!. A ver Paula, repite, por favor.

Pero cuando volvió a leer la frase, aunque esta vez no se equivocó, todos volvieron a reír a carcajada limpia. – ¡Pero, otra vez!, ¿de qué os reís tanto?, sólo ha dicho culo,…. No pasa nada por decir esa palabra, es una más como: pandero, posaderas, trasero, pompis, nalgas, cachas. Todas ellas son lo mismo que culo, – volvían a reír todos-, y no os reís tanto-. – ¡Sí maestro!-, respondió Víctor, pero es que esa palabra es muy graciosa-. – Pues yo no le veo la gracia-, respondió el maestro. – También se dice “ass” en inglés, “cul” en francés o “arsch” en alemán-. – Sí, pero esas no son graciosas-, comentó Clara.

– A ver, ¿quién me puede explica por qué culo es una palabra graciosa y mesa no?- . Todos se quedaron en silencio, nadie sabía la respuesta, sólo que era graciosa y ya está. El maestro se quedó un instante esperando la respuesta, pero ésta no llegaba. Entonces volvió a preguntar: – ¿Y el ejemplo?, ¿quién puede ponerme un ejemplo de palabras graciosas y otras que no lo sean?- . Todos volvieron a quedarse callados, nadie se atrevía a decir ninguna palabra “graciosa”, hasta que Gonzalo dijo: – Maestro, esa palabra rara que ha dicho antes, “Arsch”, no es graciosa, ni tampoco “ass”, pero por ejemplo… – Gonzalo se quedó callado un momento, sin saber si decir lo que estaba pensando o guardar silencio- . ¡Vamos, dilo!, sin miedo, que las palabras no te van a comer-, le aseguró el maestro.

 – ¡¡¡ MOCO!!!-, gritó Gonzalo y toda la clase se partió de risa… – ¡¡¡ MOCO !!!, ¡¡¡ MOCO !!!, ¡¡¡ MOCO !!!-, coreaban todos a la vez que se reían y…. colorín colorado este culo se ha acabado… ¡PERDÓN!, este cuento se ha acabado.

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 Autor: José Miguel de la Rosa Sánchez – Comprensión lectora: Silvia Asuero – Dibujo CC: Diana Gillam (en clker.com)

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